- PROBLEMAS CON LA INCUBACIÓN -
La mayoría de las aves jóvenes pueden ser educadas para convertirse en buenos progenitores con un poco de previsión y esfuerzo, muchas pruebas y paciencia. Creemos que es mejor intentar educar a sus aves para que sean buenos progenitores que adiestrarlas para que pongan huevos que vayan a ser incubados artificialmente o acabar rindiéndose y deshaciéndose de ellas. Siempre esperamos de las parejas primerizas que tengan menos éxito que las de mayor edad y más experimentadas. A veces, las primeras nidadas son puestas, incubadas y alimentadas a la perfección, y los polluelos marchan del nido fantásticamente. Las aves que tienen alrededor de dos años en lugar de sólo uno, al intentar reproducirse, suelen tener mayor éxito con su primera nidada.
Desgraciadamente, en lo que concierne a la cría, las cosas no siempre van como la seda, y con mucha frecuencia nuestros intentos por rectificar una situación empeoran las cosas. Hemos listado algunos problemas comunes con los que nos podemos encontrar durante la puesta y la incubación y algunas soluciones posibles.
- HUEVOS INFÉRTILES O NO FECUNDADOS -
Cuando intenta hacer criar a una pareja joven por primera vez y ésta efectúa la puesta e incuba a la perfección pero sus huevos no son fértiles, sustitúyalos por unos pocos huevos fértiles de otra pareja. Si logran, juntos, que los polluelos eclosionen y crezcan bien, su próxima nidada de huevos será, por lo general, fértil.
Sus ciclos hormonales parecen asentarse y sincronizarse al siguiente intento. Si retira los huevos para estimular la puesta de otra nidada, quizás altere el instinto de las aves y provoque otros problemas relacionados con la incubación.
Los huevos infértiles pueden proceder de hembras con muy buena disposición que ponen los huevos antes de que se haya dado el establecimiento de vínculos y el apareamiento con el macho. Si sospecha que esto es lo que está pasando, retire los huevos y el nido durante varias semanas. Esto proporcionará a la pareja el tiempo suficiente para conocerse. Si el macho incuba, también puede intentar hacer que la pareja incube, hasta la eclosión, huevos fértiles, permitiéndoles así criar a una familia de adopción. Esto debería dar lugar a la actividad hormonal necesaria y la siguiente puesta de huevos suele ser fértil.
- LA HEMBRA NO LLEGA A INCUBAR LOS HUEVOS A TÉRMINO -
Las hembras inexpertas abandonan a veces el nido antes de completar la incubación. Intente sustituir alguno de sus huevos por otros cuyo estado de desarrollo esté más avanzado y que comenzarán la eclosión mientras la hembra todavía esté incubando. El darse cuenta de que los polluelos acaban saliendo de los huevos generalmente desencadenará los normalmente fiables instintos maternales de la Ninfa/Carolina.
- HEMBRAS QUE NO LOGRAN INCUBAR LOS HUEVOS -
Éste es un problema común en las hembras primerizas. Lo mejor es emparejarlas con un macho experimentado que incube durante su turno, independientemente de las actividades de la hembra. Estas hembras suelen poner huevos sin parar, ya que la falta del instinto de incubación, que suele hacer que concluya la puesta de huevos, ha dado como resultado que continúen los niveles de hormonas para la producción de huevos, Si estas hembras entran en el nido para poner huevos y para incubar intermitentemente con el macho, puede colocarse en el nido un huevo de otra pareja que esté eclosionando mientras el macho está incubando.
Una vez más, el hecho de darse cuenta de que los polluelos están eclosionando suele solucionar la situación y puede que la hembra no muestre ya más problemas. Si el macho no ha incubado durante el turno nocturno, los huevos habrán muerto. Si son huevos de gran valor, coloque los huevos no fecundados en el nido e incube artificialmente los huevos originales, volviendo a colocar los huevos en el nido a medida que vayan eclosionando en la indubadora.
- MACHOS QUE INSPECCIONAN EL NIDO, SE APAREAN Y FERTILIZAN LOS HUEVOS PERO NO LOS INCUBAN -
Aplica el mismo consejo que en el caso de las hembras, aunque es algo más difícil de corregir, ya que el macho no tiene razones para entrar en el nido, excepto para vigilar a la hembra. No obstante, si deja que la hembra incube huevos infértiles e incuba artificialmente los fértiles, puede intentar colocar un huevo que es´te eclosionando en el nido, bajo la hembra. Es difícil, en primer lugar porque muchos polluelos eclosionan al principio de la mañana, cuando el macho todavía tiene que sustituir a la hembra. Si la hembra abandona el nido al principio del día y el macho no la sustituye, el polluelo podría morir rápidamente debido al frío. Si quiere intentarlo, deberá despertarse al alba y estar listo para rescatar al polluelo si el macho no asume sus labores paternas.
Hemos tenido dos machos que no incubaban hasta que oían a las hembras alimentando a los polluelos. A partir de ese momento se convierten en padres perfectos, cuidando a sus crías a lo largo del día e incubando y ayudando en la eclosión de los huevos restantes. Algunas hembras cuidarán de una nidada por su cuenta, aunque esto es muy difícil para ellas y no se debería dejar que cuiden de una gran número de polluelos.
Durante la estación reproductiva, suelen verse huevos infértiles puestos por hembras no emparejadas. Los recogemos regularmente para disponer de un suministro de huevos frescos que usar en caso de emergencia como las descritas anteriormente. Los huevos viejos suelen secarse y perder peso, y su uso no resulta adecuado.
Algunos vendedores especialistas de aves o de mascotas disponen de huevos de poliuretano muy reales que son perfectos para reeemplazarlos por huevos reales. Estos huevos tienen un peso y un tamaño similar a los de las Ninfas/Carolinas y conservan su temperatura de incubación, del mismo modo que los huevos de verdad.
- ARRANCADO DE PLUMAS -
El arrancado de plumas en el nido es uno de los problemas más frustantes con lo que se encuentran los criadores de Ninfas/Carolinas. No podemos ofrecer soluciones fáciles. De lo que estamos seguros es que, en algunos casos, el arrancamiento de plumas es un hábito aprendido. La mayoría de las aves a las que les arrancaron las plumas siendo polluelos, también las arrancarán a su descendencia. Si coge a los polluelos para criarlos manualmente tan protno como se haga evidente el arrancado de plumas, podrá reducir la probabilidad de que esto suceda en el futuro. No obstante, los progenitores, que nunca sufrieron el arrancado de plumas, frecuentemente y sin previo aviso, empezarán a arrancar las plumas a sus polluelos. Algunos hasta criarán varias nidadas antes de iniciarse en este hábito.
Hay varias posibles razones para el hábito, y es imposible hallar una solución. La anterior temporada, una de nuestras hembras empezó a arrancar las plumas de la cabeza de sus polluelos al tiempo que empezaba a poner e incubar otra nidada antes de que la nidada anterior hubiera abandonado el nido. Mientras incubaba esta nidada, el clima se tornó bastante caluroso, así que no mostró predisposición a poner otra nidada de huevos y , por tanto, los polluelos abandonaron el nido y fueron destetados sin que les arrancara ni una sola pluma.
Otros progenitores atacan a sus polluelos de forma bastante salvaje y sin avisar, arrancándoles muchas plumas e inflingiéndoles frecuentemente pequeñas heridas a lo largo de un único día. Estamos seguros de que hacen esto en un esfuerzo porque los polluelos abandonen el nido. Una recomendación consiste en colocar otro nido para los polluelos mientras empiezan a abandonar el nido, y el macho se encargará de alimentarles. Esto no siempre tiene éxito, especialmente en el caso de las Ninfas/Carolinas, ya que lo normal es que el macho esté en el nido, incubando durante el día. Proporcionar otro nido para la hembra implica que cambiará de nido, pero nuestras hembras parecen querer usar siempre el mismo.
Nos hemos dado cuenta de que las aves hiperactivas tienen mayores probabilidades de arrancar plumas, especialmente las hembras que deben cuidar de sus polluelos largas horas durante la noche. Parece ser que los polluelos con las plumas de color claro suelen sufrir el arrancado de plumas con mayor frecuencia, debido sencillamente, a que sus plumas de sangre son más visibles en la oscuridad.
Puede haber multitud de otras causas de las que no somos conscientes. Por el momento, las únicas soluciones que consideramos que son efectivas en algún grado consisten en una buena dieta que incluya minerales y oligoelementos, la reducción del estrés relacionado con factores ambientales y el romper el ciclo mediante la cría manual.